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"Márchense con estos dos niños tan preciosos."

Mamá se dio cuenta que todos estos grupos designados como extranjeros eran mujeres y niños judíos, un mal presagio en esos tiempos cuando los de la Gestapo, y sus colaboradores franceses, habían hecho uso de tales estratagemas para hacer caer en la trampa a personas que no sospechaban nada y los habían hecho desaparecer.

Una señora francesa—probablemente el conserje del edificio—se acerco a nuestra madre, diciéndole que la siguiese fuera del edificio por una puerta encubierta, aconsejándole que se marchase "con estos dos preciosos hijitos suyos."

Sin duda, esta desconocida nos salvó la vida.

Las detenciones de judíos empezaron en la región de Paris en mayo de 1941, basándose en los datos recogidos durante los censos. Las detenciones de judíos no-franceses continuaron durante todo el año—aunque en la definición de judío no-francés estaban incluidos los que habían sido naturalizados desde menos de 15 años antes. Estos desafortunados fueron internados en Campos de Detención en Francia, bajo condiciones insoportables. Las primeras deportaciones hacia los campos de la muerte en el este de Europa empezaron en la primavera de 1942.